Los ingredientes de esta variedad son los siguientes:
Aceite de coco, hidróxido de sodio, leche de avena, arcilla blanca, aceite esencial de nardo.
100% de aceite de coco.
Avena. Posee excelentes propiedades antiinflamatorias, regenerativas, hidratantes, emolientes, astringentes, antipicazón y antimicrobiano. Se convierte en un gran aliado para la piel gracias a sus proteínas, polifenoles, ácidos grasos, saponinas, vitaminas y minerales.
Arcilla blanca. Aporta nutrición y regeneración. Además de combatir la alopecia, combate la caspa, reduce la secreción de grasa, es bactericida, cicatrizante y antiinflamatoria. Gracias a su poder desinfectante y de exfoliación, remueve las células que al acumularse, producen descamación, de esta manera mejora la oxigenación y la circulación.
Aceite esencial de nardo. Activa la circulación sanguínea, regula la excesiva transpiración, es antibacteriano, antiinflamatorio, aclara e ilumina la piel. También alivia los tejidos, es sedante, armoniza el sistema neurovegetativo, ayuda en casos de alergias cutáneas, dermatitis y psoriasis.
Aceite de coco. Este tipo de jabones con aceite de coco en su fórmula otorgan un poder de limpieza elevado. Es ideal para pieles grasas, con acné, psoriasis o que incluso necesiten un mayor control de infecciones por sus propiedades antibacterianas. El aceite de coco posee una gran cantidad de ácidos grasos tales como el ácido láurico famoso por su efecto antimicrobiano y el ácido mirístico, limpiador y lubricante. Estos componentes al unirse a la lejía (sosa cáustica y agua destilada) se transforman en un jabón que produce muchísima espuma limpiando en profundidad y destapando los poros de la piel permitiendo su correcta oxigenación. Además, la vitamina E presente en el aceite de coco es un poderoso antioxidante que retrasa el envejecimiento prematuro de la piel.
Peso aproximado: 60 gramos.
Los ingredientes de esta variedad son los siguientes:
Aceite de coco, hidróxido de sodio, leche de avena, arcilla blanca, aceite esencial de nardo.
100% de aceite de coco.
Avena. Posee excelentes propiedades antiinflamatorias, regenerativas, hidratantes, emolientes, astringentes, antipicazón y antimicrobiano. Se convierte en un gran aliado para la piel gracias a sus proteínas, polifenoles, ácidos grasos, saponinas, vitaminas y minerales.
Arcilla blanca. Aporta nutrición y regeneración. Además de combatir la alopecia, combate la caspa, reduce la secreción de grasa, es bactericida, cicatrizante y antiinflamatoria. Gracias a su poder desinfectante y de exfoliación, remueve las células que al acumularse, producen descamación, de esta manera mejora la oxigenación y la circulación.
Aceite esencial de nardo. Activa la circulación sanguínea, regula la excesiva transpiración, es antibacteriano, antiinflamatorio, aclara e ilumina la piel. También alivia los tejidos, es sedante, armoniza el sistema neurovegetativo, ayuda en casos de alergias cutáneas, dermatitis y psoriasis.
Aceite de coco. Este tipo de jabones con aceite de coco en su fórmula otorgan un poder de limpieza elevado. Es ideal para pieles grasas, con acné, psoriasis o que incluso necesiten un mayor control de infecciones por sus propiedades antibacterianas. El aceite de coco posee una gran cantidad de ácidos grasos tales como el ácido láurico famoso por su efecto antimicrobiano y el ácido mirístico, limpiador y lubricante. Estos componentes al unirse a la lejía (sosa cáustica y agua destilada) se transforman en un jabón que produce muchísima espuma limpiando en profundidad y destapando los poros de la piel permitiendo su correcta oxigenación. Además, la vitamina E presente en el aceite de coco es un poderoso antioxidante que retrasa el envejecimiento prematuro de la piel.
Peso aproximado: 60 gramos.